Las izquierdas se apropian de todo lo que lleve o pueda acompañar al sustantivo "Pueblo", revistiéndose de más atractivo recurriendo a otros términos como "Rebelde" ("Revolucionario") y "anti-sistema". La pose de Ollanta Humala recurre al mismo vocabulario con el añadido etnocacerista del nacionalismo indigenista que también hace sonar campanitas en el imaginario zurdo. No es por nada que se ha ganado las simpatias de los dictadores como Chávez y los medios progresistas que no ponen muchos reparos a su racismo (atributo "fascista") por "positivo".
Hace unos días la prensa izquierdista saludaba la llamada a la unidad de Humala, pero hoy nos enteramos que la oferta ha sido rechazada.
Divergencias ideológicas, metodológicas o conceptuales? No. El motivo fueron los cinco puestitos congresales que ofreció Humala al FAI (Frente Amplio de Izquierda) a cambio de retirar su candidatura. Misio.
¿Cambiará esto el apoyo de la izquierda y la progresía hacia el candidato anti-sistema con más posibilidades de ganar? Recordemos que la valla electoral del 5% amenaza con borrar del mapa político a los partidos de Izquierda. Además la candidatura de Ollanta ha levantado a expectativas fuera del Perú, incluyendo llamadas de apoyo de organizaciones y colectivos pro-senderistas en el extranjero.
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