EVO, EL FUJIMORISTA

Mientras todo el mundo se rasga las vestiduras por una noticia trivial como la revelación de la CBS sobre la inclusión de Evo Morales en una lista negra de impedidos a ingresar a territorio USA (¿para que querría ir a los USA si todo el tiempo para diciendo que es el imperio del mal?), en Bolivia las cosas se ponen de candela. A pesar de las sangrientos protestas y ante la prepotencia de la mayoria en el gobierno boliviano y su Asamblea Constituyente, quedan aún reductos democráticos de independencia:

La Corte Suprema de Justicia afirmó que la Asamblea Constituyente debe ser derivada mientras continúe en vigencia la actual Constitución y no originaria como fue declarada el pasado viernes. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Senadores, Santos Ramírez, respondió que el Poder Judicial no puede interferir en el trabajo de los asambleístas.
“Mientras la Constitución Política del Estado esté vigente, la Asamblea Constituyente es derivada de esta norma fundamental y de la Ley de Convocatoria”, dijo el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Héctor Sandóval, quien hizo conocer un pronunciamiento de esa institución, al respecto.
El documento establece que “la Asamblea, al no tener un carácter fundacional, ni ser emergente de una revolución triunfante, no puede ser considerada originaria y por ende está forzada a cumplir con la actual Constitución”.
Tal "intromisión" (así llaman cuando les recuerdan que en la democracia que las leyes se respetan) ha tocado a Evo en su fibra sensible. Como todo dictador, justifica su disgusto con arranques de resentimiento y rabia "populares":

El presidente de Bolivia, Evo Morales, negó hoy que la Corte Suprema de Justicia tenga competencia para opinar sobre el carácter "plenipotenciario" de la Asamblea Constituyente y la tildó de "resabio del Estado colonial".
Morales hizo sus declaraciones en la capital oficial de Bolivia, la ciudad sureña de Sucre, donde se reunió hoy con los constituyentes del oficialismo y donde ayer la Corte Suprema emitió un comunicado en el que rechaza el estatus de "plenipotenciaria" aprobado por la Asamblea la semana pasada.
"Estoy convencido de que uno de los resabios del estado colonial es la Corte Suprema de Justicia, que tiene muchos cuestionamientos conocidos", dijo Morales, y aseguró que los magistrados pueden emitir opiniones individuales pero no tienen competencia para hacerlo como institución.
¿No les recuerda al mismísimo dictador peruano Alberto Fujimori cuando, echándose abajo el estado de derecho con su famoso autogolpe del 5 de abril del 92, calificaba a la oposición democrática como títeres de los politicos tradicionales e instrumento de la oligarquía? La dictadura sabe como abrirse paso en nuestros países.

Sobre la cuestión boliviana les invito a leer el excelente artículo del argentino Ruben Benedetti, publicado en el portal Hispalibertas. Aquí un extracto:

Bolivia desde hace tiempo enfrenta la misma situación que puso a otros dos países americanos en pie de guerra, y generó en ambos –al menos temporalmente- una escisión territorial. Sin embargo, ni los propios bolivianos parecen advertir que lo que está en juego son dos proyectos diferentes, sostenidos por dos grandes sectores de la población, y prefieren quedarse con una explicación más digerible: que lo que se juegan son diferencias políticas, o la remanida explicación de las oligarquías contra las masas oprimidas.
La historia de Latinoamerica, la historia de siempre.

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1 comentario:

  1. Anónimo10:39 a. m.

    Lamentablemente, el sistema judicial boliviano no tardará en sucumbir a la ola autoritaria de Morales. Basta con poner el ejemplo de España: una de las primeras cosas que hicieron los socialistas en la década de 1980, nada más llegar al poder, fue mediatizar políticamente la justicia, haciendo que el Consejo General del Poder Judicial fuese elegido por políticos.

    Desde entonces, la independencia de ls justicia en España ha quedado tocada de muerte. Pocos jueces se atreven en España a desafiar al poder.

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