Venezuela se salvó por un pelo del totalitarismo "democrático", lo que no significa que se detenga su caída a las profundidades pues el chavismo ha demostrado tener pocos escrúpulos para conseguir sus objetivos. Si el propio Hugo Chávez reconoció a regañadientes su derrota no es por "ética" democrática (que no la tuvo en absoluto durante su campaña por el "Sí") sino por el desgaste sufrido en estos días de campaña donde dilapidó sus capitales (financiero, social y, sobre todo, político) en una batalla con la cual pretendía ganar su imaginada guerra contrahegemónica mundial.
Las contradicciones éticas de la revolución chavista (donde no faltan el Whisky y las Hummer para los "boliburgueses", pero si el azucar, la leche y otros productos de primera necesidad para el pueblo) se hicieron evidentes hasta el escándalo, desde la calle hasta la presidencia. La violencia con que pretende imponerse el "Socialismo del siglo XXI" estuvo a punto a superar los límites tolerables incluso para sus simpatizantes que no se han manifestado masivamente en defensa de su régimen como se esperaba.
Pero si se trata de eso, o si la revolución está perdiendo la bendición de las mayorias es otra cosa. Las toneladas de petrodólares no están sirviendo para hacer realidad utopía socialista alguna, sino todo lo contrario, comenzando con el propio presidente que acudió a las urnas bien enfundado en su 4X4 como los oligarcas y capitalistas a quienes no para de dirigir su discurso de odio:
¿Salvo el capital, todo es ilusión?
Tags: Venezuela Referendo referendum NO Reforma Constitucional hugo Chávez
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No ha sido una victoria, pero si un estate quieto.
ResponderBorrarDroper
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