Otro FISKING menos

Para quienes esten familiarizados con las patológicas "críticas contrahegemónicas" del periodista británico Robert Fisk sabrán que el hombre se hizo acreedor al dudoso honor de haberse creado un neologismo a partir de su apellido: el Fisking.

El Fisking consiste en criticar un punto de vista o un hecho recurriendo a falacias lógicas o datos incorrectos, o presentando especulaciones como verdades absolutas. Si bien tal práctica existe desde que el ser humano es ser humano, no contaba con un término propio hasta el 2001 en que el iluminado Fisk publicó un artículo justificando un ataque recibido por refugiados afganos como "una brutalidad producto de otros" cuando en realidad lo que quería la turba era asaltarle, como suele pasar con cualquier turista forrado. La vena teórica del auto-odio occidental (inaugurada por la teoría del "buen salvaje") encontró en la crónica de Fisk el registro testimonial que necesitaba. Al convertir los agresores en víctimas se podía remitir la responsabilidad de la barbarie a instancias insospechadas (occidente, Israel, la globalización, el capitalismo, etc.) justificando de esta forma toda clase de crímenes.

Una de las fiskeadas más populares en la actualidad es la consistente en culpar a Israel de todos los males que sufren los arabes-palestinos en medio oriente, exculpando al terrorismo islámico y los regímenes totalitarios que abundan en la región. Merced a la última intervención israelí en el Libano, el inefable Fisk culpó a Israel -sin prueba alguna- de contaminar con radiación a la población libanesa para realizar su "limpieza étnica".

Hace unos meses la ONU dictaminó que no había evidencia alguna de semejante contaminación. El hecho ha vuelto a confirmarse hace unos días cuando expertos de la propia ONU, de la IAEA y de otros organismos internacionales han vuelto a determinar que no hay rastro alguno del dichoso uranio empobrecido en el Líbano.

Fisk no se ha retractado de esta ni de ninguna otra de sus afiebradas hipótesis, de la misma forma que la prensa especializada en el odio jamás admitiría la existencia de tales fisuras en su discurso. Mentira tras mentira, algo siempre queda.

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1 comentario:

  1. Si dos personas del mismo genero quieren ser felices juntas, pues que bueno: ya es bastante dificil encontrar amor así nomas. Sin embargo, cuando el tema se convierte en payasada y politiqueria, pues se pierde el sentido.

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