Esto de las modas ecológicas se está convirtiendo en un circo de despropósitos y disparates. Quienes parecen estar dispuestos a llevar la delantera son los ávidos-de-notoriedad franceses.
Algunos municipios estan dispuestos a reemplazar los vehículos motorizados por caballos por, entre otras razones más o menos coherentes (como darle vuelta a la modernidad y su cuota de
stress), ser "ecológicamente sostenible".
No está claro el cálculo económico; si es más "sostenible" un vehículo gasolinero que un par de equinos que requieren espacios, alimentación, recursos, y cuidados más "especializados" (recuerden que a los animales se les respeta). Tampoco si esto puede generar una nueva economía que compense la pérdida de eficiencia por la dilatación de los tiempos y plazos. Las únicas certezas estan en el factor psicológico (los animalitos relajan) y en lo ecológico: "los animales contaminan menos que un automóvil". ¿Cierto?
Siguiendo el imaginario ecologista donde la emisión de gases invernadero se considera "contaminación", la respuesta es un rotundo NO: el caballo, el ganado, emite mucho más CO2 y, de yapa, otros gases invernadero (como el metano, CH4). Lo dice
la vegetariana FAO:
el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero –el 18 por ciento, medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2)- que el sector del transporte. También es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos.
“El ganado es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales de hoy en día. Se requiere una acción urgente para hacer frente a esta situación”, asegura Henning Steinfeld, Jefe de la Subdirección de Información Ganadera y de Análisis y Política del Sector de la FAO, y uno de los autores del estudio.
Pero no seamos tan pesimistas. Me parece postivo que los pre-modernistas amantes de los animalitos y la vida rural (que fomenta el consumo de carnes) rompan palitos con los pre-históricos
vegetarianos, ambos ingenuamente comprometidos con la "salvación" del planeta. Quien sea que gane, perdemos todos.
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