Con la ola de frío
afectándonos en el hemisferio sur, y las inundaciones que literalmente aguaron el verano en Europa, está
verde que se cumplan los oráculos que pronosticaban que el 2007 sería
el año más caluroso de la historia.
Los unos, ONUsinos para variar, tratan de consolarse señalando que
la primera parte del 2007 registró climas extremos pero evitando señalar -a propósito- que a ninguno de estos fenómenos climáticos le faltan precedentes en la historia. Quizá los peruanos no tenemos constancia de un invierno más frío que el actual más que por el testimonio de nuestros abuelos que dicen recordar alguna granizada ocurrida durante sus años mozos. En la India
no se hacen escándalos por la temporada monzónica de este año (que
no tiene nada de "anormal"). Los diarios indios no reflejan de ninguna forma la consternación producida en occidente, sino todo lo contrario. Por algo hablan del
Monsoon Magic (la magia del monzón).
Siendo que no hay explicación científica alguna para la "extremización del clima", resulta un insulto a la inteligencia atribuir estos fenómenos al "calentamiento global". Pero nuestros agoreros no pierden las esperanzas y anuncian que ¡ahora si!,
el calentamiento global aumentará a partir de 2009. Como siempre, se tratan de especulaciones basadas en escenarios modelados por computadora, los mismos que no atinan a pronosticar con certeza el clima de la próxima semana.
La prensa, convertida en cómplice de este oscurantismo moderno, afirma en la nota periodística que
1998 fue "el año más calido del que se tienen registros". Desgraciadamente para ellos, el dato es
falso. La NASA
revisó los tan cacareados registros y encontró que el año
1934 había sido el más caluroso... durante el último siglo. Ni hablar de las reconstrucciones del llamado
Óptimo Medieval cuando, por ejemplo, Groenlandia era
Tierra Verde.
Los autores de la trola, del
Ministerio de Metereología de Gran Bretaña (Met Office), habían
pronosticado en Abril que el verano de este año en las islas británicas sería "más cálido que lo normal". Sin embargo ninguno de sus supermodelos computarizados pudo preveer las
graves inundaciones producidas, las más severas
desde 1766.
¿Sálvanos, calentamiento global?
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