Mientras nuestros escolares encuentran mas provechoso tirarse las clases para dedicarse a perrear en las discotecas o para contribuir a la economía del hogar (en el mejor de los casos), los electores esperamos propuestas concretas de parte de los candidatos que nos aseguren que la educación no siga siendo el motor de nuestro subdesarrollo, osea, una promesa electoral más.
A pelo con el carnaval de promesas que ofrece la misma vieja receta de "papá estado" a los ingenuos votantes, trascribo el interesantísimo artículo políticamente incorrecto de un educador peruano publicado en el portal de la AIPE.
La enseñanza no es un juego
Carlos Alberto Rosales Purizaca
El remedio que los políticos suelen dar a la enferma educación pública es el aumento del presupuesto. Nada más lejos de la realidad al momento de pensar una solución viable y coherente para un tema de tanta importancia como es la educación. La razón es que ningún aumento en el presupuesto educativo garantiza una mejora en la calidad y Estados Unidos brinda el peor ejemplo en ese sentido, pues es uno de los países con altas cifras de inversión, unos 10.000 dólares anuales por estudiante y, sin embargo, sus resultados son vergonzosos.
En América Latina, los políticos solo le dan importancia a la educación cuando tienen que hacer promesas de corte populista y demagógico, pero sin genuino afán de tomarse en serio el futuro intelectual de los niños. La inversión en educación en los países latinoamericanos no llega a niveles aceptables, pero su incremento, para que sea efectivo, debe estar ligado a otras decisiones necesarias y firmes que permitan vislumbrar la hegemonía del conocimiento frente a la superficialidad de lo políticamente correcto.
Como ciudadanos no podemos permitir que las escuelas sigan siendo fábricas de analfabetos, donde los “graduados” ni siquiera han leído y comprendido un libro completo. Es el momento oportuno para demandar mayor respeto por la libertad que tienen los padres a elegir la educación que mejor convengan a sus hijos. Lamentablemente, el padre de familia tiene que resignarse al no tener opciones y permite así que su hijo sea indoctrinado en temas irrelevantes para la vida y los retos que confrontará.
Un desafío es evitar que los políticos sigan jugando con la educación de nuestros niños. El otro es una lucha frontal contra los sindicatos de maestros, contaminados por posturas ideológicas y políticas que bastante daño ya le han hecho no solo a la educación sino también al desarrollo económico de América Latina, pues en dichos sindicatos se infiltran maestros radicales y extremistas con posturas retrógradas que no respetan la libertad individual y a lo único que rinden culto es a sus intereses partidarios, olvidando la razón de ser de la educación: disciplina en el aula, respeto al otro, cultura del esfuerzo, buen aprendizaje y el cultivo de valores familiares.
Finlandia, un país aleccionador en términos educativos, ha sabido sobresalir no solo porque los ciudadanos tienen derecho a su libertad individual en un clima responsable, sino también porque los profesores se someten a exigentes evaluaciones y capacitaciones, respetando una meritocracia moral y académica.
Las cifras de los distintos reportes y estudios educativos demuestran la desfachatez con la que los políticos usan a su suerte el término “educación” para incluirlo en sus promesas electorales y programas “clientelistas”. Mientras tanto, aumenta el porcentaje de niños que no comprende lo que lee, que no logra realizar operaciones aritméticas básicas, que no relaciona la ciencia con la realidad y que no se plantea a sí mismo metas como persona y ciudadano responsable.
Ya es hora que los políticos dejen de prostituir la educación a su antojo y no podemos caer en eufemismos al diagnosticar la calidad educativa porque suele ser no solo miserable y atrasada, sino pésima y reprochable.
Si la educación pública es repugnante, ¿por qué no se aprende del buen ejemplo que nos deja la educación privada? Los gobiernos harían bien en encargar la educación al sector privado o al menos inventar mecanismos que permitan que los padres tengan mayor libertad económica para elegir una mejor educación para sus hijos. Pero también sería conveniente que el sector privado intervenga para apoyar el moribundo estado en el que penosamente se encuentra la educación porque el desarrollo económico va de la mano del avance en el conocimiento y se apoya en una educación de calidad.
© AIPE
Carlos Alberto Rosales Purizaca es educador peruano
Tags: Educación, Estado, Elecciones.
‘Abject Nonsense’: Biden Admin’s New Report On Gas Exports Basically
Undermines One of Its Key Conclusions
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Available data and recent history contradict one of the key points of the
Biden administration’s long-awaited study on liquefied natural gas (LNG)
exports ...
Hace 1 hora.
Si bien el autor manifiesta bien los síntomas, no profundiza en su "etiología". La idea de "privado" versus "público" en la que quiere meter el asunto sólo significa que algunos colegios privados le hacen visos de efectividad. En las pruebas PISA, los colegios privados ganan a los públicos pero ambos no aprueban. El asunto no va por allí. Es cierto que un aumento de presupuesto no es la solución, igual que más computadoras no nos hacen más eficientes en tecnología. El asunto siempre serán los cerebros de las personas. Cambiar la mentalidad es el asunto, pero eso significa que todos los que pensemos en eso actuemos juntos, proponiendo soluciones viables prácticas. Digamos, por ejemplo, que los padres de la APAFA sólo apoyarán a los docentes que demuestren una profesionalidad evidente. O que los alumnos no pasen de año sin pruebas de desempeño, no de conocimientos nada más. No es con leyes que la educación va a cambiar, sino con la responsabilidad de todos los involucrados. Sino, poco importa lo privado que sea un colegio, un docente bien pagado (como dicen los españoles de sí mismos según reciente estadística) no siempre es un formador (como los finlandeses, digamos). Algo digo por aquí en mi post sobre la brecha digital y las políticas educativas. Gracias por la paciencia.
ResponderBorrarLo real e ineludible es que la educación privada supera a la pública, algo que es demasiado notorio en nuestro país, a pesar de que ambas no cumplan con ese estándar que mencionas. Creo que el artículo que transcribí sugiere que hay que reconocer este hecho y empezar a tomar de allí lecciones, sino aprovechar creativamente la base privada.
ResponderBorrarYo personalmente desconfio de las APAFAS que dependen mucho incluso del estado de animo de los padres. La mentalidad que hay cambiar esta en las mismas familias sobre las cuales debe apoyarse todo esfuerzo educativo. Poco se puede hacer por alumnos que desde casa vienen con golpes o traumas, que en los colegios nacionales son amplificados.
Hola, ante todo decir que yo hablo de la experiencia española, que puede ser diferentede la de ustedes, por lo que pido disculpas por adelantado si cometo algún error.
ResponderBorrarEs para las escuelas privadas más fácil "quedar bien" de cara a la galería. Quien puede permitirse que sus hijos e hijas vayan a una escuela privada por lógica podrán ofrecerle libros, maestros de apoyo... Las escuelas privadas eligen a sus alumnos, las públicas no. La escuela pública debe hacer frente a aulas mal acondicionadas, alumnos de diversos ambientes socioculturales...
Creo que la solución es invertir eficazmente y luego involucrar a los padres y madres y a los medios de comunicación. No sólo educa la escuela.
Pues nada se puede hacer si no hay libertad de elección...
ResponderBorrar¿Qué tal estas ideas?
UNO: Un examen unificado al terminar el colegio, como el SAT gringo. Luego publicar los promedios por colegio. Veamos qué colegio prepara mejor a sus alumnos...
DOS: Que cada padre recabe un VALE (certificado, diploma, etc.) cada año en el Ministerio de Educación (o en la USE respectiva), y que con ese VALE matricule a su hijo en el colegio que quiera. El VALE será por un monto igual al que un colegio estatal gasta por alumno al año. Si el padre decide pagar la diferencia, lo puede usar en un colegio privado. De esta forma los colegios se esforzarán por preparar un mejor producto (alumnos) ya que con mejor promedio SAT anual, más padres postularán al colegio y éste tendrá más recursos...
¿Capitalismo educativo? Aprovechémoslo si así funcionan mejor las cosas...
la educación como el SAt( sistema de aprendizaje tutorial esta dando mejores resultados en las comunidades rurales, los estudiantes alcanzan mejores resultados en las pruebas del estado, tienen mas arraigo y valoran sus cominidades. por lo tanto, si se le aprovecha con su diseño curricular y plan de estudiso se alcanzaran mejores y resultados. el gobierno tiene que dejar de mirar educación ofical y privada, cuando todo esta reglamentado por el MEN.
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