TONTOS UTILES

Defender y proclamar el respeto a los Derechos Humanos es una tarea urgente, pero desgraciadamente tan noble labor se ve ensombrecida por el sesgo político que le dan las propias ONG defensoras. Personalmente no me cabe que se defiendan los DD.HH. cuando se hacen recaer las responsabilidades exclusivamente sobre uno solo de los actores en un conflicto. Esto sucede en el Perú con el cargamontón hacia el estado y sus FF.AA. y en el Medio Oriente, contra Israel.

Se sostiene que estos conflictos son producto de las desigualdades socioeconómicas, lo que otorga cierta legitimidad a la violencia practicada por los abusados o desposeídos. La visión marxistoide -tercermundista- de la economía por la cual la riqueza no se produce sino que cambia de manos, ha justificado los más cruentos totalitarismos que comienzan siempre atentando contra menos defendido de los DD.HH.: el derecho a la propiedad (art. 17), que algunos humanitarios califican como "egoismo institucionalizado".

De acuerdo a esta visión es que la labor de muchas de las ONG's en cuestión consista en proyectos de cooperación, no preocupándose en atacar el problema de fondo que es la cultura del odio que predica la destrucción del enemigo.



Por eso no es de extrañar que sean también los miembros de estas organizaciones las víctimas de secuestros y asesinato por parte de sus asistidos. El secuestro y posterior liberación del español Roberto Vila, miembro de la organización de ayuda Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP) es una muestra de cuan inútil es la dedicación y asistencia cuando el problema no es socioeconómico sino político. El muchacho hubo sido secuestrado en Gaza, territorio de donde ya se había retirado Israel pero que se ha convertido en puesto de avanzada para la violencia contra el pueblo judío.

Durante el conflicto en el líbano ACPP y otras oenegés demostraron su simpatía hacia una sola de las partes, sin mencionar una sola palabra sobre la violencia y criminalidad de las organizaciones terroristas enquistadas en el estado libanés que no tienen como objetivo ninguna paz ni convivencia, sino la destrucción de Israel.

El día que estas ONGs hagan algo para acabar con ese odio (por lo menos señalándolo) podré confiar en ellas.

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