¿Te gustaría que tu hija fuese prostituta, anoréxica, alcohólica, obesa, fumadora, drogadicta? Habría que inventar un nombre para esta falacia intímamente maternal que consiste en fundamentar el intervencionismo estatal en los horrores en los que pueden caer nuestros hijos si les dejamos elegir en libertad (tampoco me gustaría que fuese culé, ¡pero si no hay más remedio!) Placeres y vicios: La vida mata, pero el Estado está concienciado en concienciarnos para que nos muramos lo más sanos y felices posibles.Tags: Anuncios estado
El interés material del Estado paternalista en nuestra salud material y espiritual es obvio. La factura de una Seguridad Social disparatadamente burocrática y estatalizada crece sin parar. Se podría intentar gestionar de manera más eficaz, pero es más fácil instrumentalizar el miedo a la enfermedad, ¡y a la libertad!, para controlar las decisiones de los ciudadanos.
Pero no todo es interés material. El Estado es cada vez más maternal. Se preocupa realmente de nosotros, tratándonos como una madre con su hijo que no sabe realmente lo que quiere, pobre. La feminización cada vez mayor de las instituciones sociales está incorporando valores tradicionales de las mujeres, el cuidado, a la actividad fría hasta ahora del Estado. La dominación sigue estando ahí, pero de manera más sutil. Puño de hierro en guante de seda. Por nuestro bien. El bien público, es decir, el bien del Estado.
They Just Won’t Leave the Kids Alone
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The program resonates with me. I recall my days as a Young Pioneer in Perth
in the 1950s. I was proud of my uniform of white shirt and red scarf, and
our r...
Hace 1 hora.
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