La semana pasada, pletórica en
hechos y
recuerdos, fue excepcionalmente propicia para reflexionar sobre
la oración como fundamento de la experiencia humana, esa "pasión inútil" a decir de
Sartre y otros que no siempre advierten el sentido trágico detrás de la sorna de sus propias palabras.

¿Qué se le puede decir a alguien que la perdido todo? Conversando después de una reunión recordé a destiempo esto que había leído de
Victor Frankl. Frente a la persistencia del mal, el acontecimiento sale a nuestro encuentro y se hace presente
allí, donde el hecho se convierte en su
signo:
¿Quien es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que invento las cámaras de gas, pero también es el ser que entró en ellas con paso firme y musitando una oración.
Imágenes que nos interpelan.
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Tags: oración acontecimiento Virginia Tech tragedia
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