En su homilía de la misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, Benedicto XVI habla de la fecha histórica de este acontecimiento:
Según Juan, Jesús murió en la cruz precisamente en el momento en el que, en el templo, se inmolaban los corderos de Pascua. Su muerte y el sacrificio de los corderos coincidieron. Esto significa que Él murió en la vigilia de Pascua y que, por tanto, no pudo celebrar personalmente la cena pascual, al menos esto es lo que parece.Si bien la Iglesia enseña en su catecismo (Nª 1340) que la Nueva Pascua se anticipa a la Pascua Judía para darle su sentido, y reconoce que no hay seguridad absoluta sobre la fecha de su celebración (Nª 1170), la afirmación del Papa contribuye con la fijación histórica del acontecimiento más importante de la fe cristiana.
Según los tres evangelistas sinópticos, por el contrario, la Última Cena de Jesús fue una cena pascual, en cuya forma tradicional Él introdujo la novedad del don de su cuerpo y de su sangre. Esta contradicción hasta hace unos años parecía imposible de resolver. La mayoría de los exegetas pensaba que Juan no había querido comunicarnos la verdadera fecha histórica de la muerte de Jesús, sino que había optado por una fecha simbólica para hacer de este modo evidente la verdad más profunda: Jesús es el nuevo y verdadero cordero que derramó su sangre por todos nosotros.
El descubrimiento de los escritos de Qumran nos ha llevado a una posible solución convincente que, si bien todavía no es aceptada por todos, tiene un elevado nivel de probabilidad. Ahora podemos decir que lo que Juan refirió es históricamente preciso. Jesús realmente derramó su sangre en la vigilia de Pascua en la hora de la inmolación de los corderos. Él, sin embargo, celebró la Pascua con sus discípulos probablemente según el calendario de Qumran, es decir, al menos un día antes –la celebró sin cordero, como la comunidad de Qumran, que no reconocía el templo de Herodes y estaba a la espera del nuevo templo--. Por tanto, Jesús celebró la Pascua sin cordero, no, no sin cordero: en lugar del cordero se entregó a sí mismo, su cuerpo y su sangre. De este modo anticipó su muerte coherentemente con su anuncio: «Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente» (Juan 10, 18). En el momento en el que entregaba a sus discípulos su cuerpo y su sangre, cumplía realmente con esta afirmación. Ofreció él mismo su vida. Sólo de este modo la antigua Pascua alcanzaba su verdadero sentido.
De paso se corrobora la relación de Jesús con la secta judía de los Esenios que formaron la comunidad de Qumran, en cuyas cuevas se hizo uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo pasado: Los rollos del mar muerto. Recordemos que el texto de Marcos 6:52s reconocido en el fragmento 7Q5 de esos rollos significó un hito en la confirmación científica de la historicidad de los evangelios, echando por tierra las tesis de la formación del mito o construcción simbólica (Strauss, Renan, Bultmann) tan de moda durante el último siglo.
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un misterio mas explicado de forma cientifica.
ResponderBorrar¿y q fecha fue?
el año cero o el año 1 en q sucedio ese evento?
ps.
acabo de publicar la foto del lightsaber
(http://pendrejo.blogspot.com/2007/04/solo-para-fans-espada-jedi-real.html)
ohh sii !!
je je.
ResponderBorrarEntonces... esto ayuda a precisar cuanto tiempo estuvo Jesus enterrado? 48 horas... 72 horas?
ResponderBorrarInteresante la verdad.